De lo que realmente quiero hablar es del camino a Granada. Sí, muchas veces, lo mejor de un viaje es el trayecto de ida, especialmente las paradas para tomar un café o para comer. Esos bares de carretera tan típicos y que hemos ido viendo evolucionar al paso de los años: desde aquellas cassettes de carretera en expositores giratorios de antaño a las pantallas panorámicas de plasma de hoy día.
Respecto de estos bares de carretera, quiero referirme a uno al que tengo especial cariño. Bueno, más que bar, ahora, y gracias a esa evolución que he apuntado, se ha convertido en un restaurante de bastante calidad. Me refiero a "El Puente".
Se encuentra en Almaciles, que es el primer pueblecito de Granada cuando entramos desde Murcia o Albacete, y su nombre se debe a que la antigua carretera pasaba por encima de un puente de piedra y, justo al salir del mismo, nos encontrábamos con este antaño bar de carretera y hoy concurrido restaurante.
Siempre ha sido parada obligada de camioneros, por lo que su calidad y buen servicio siempre ha estado fuera de duda. Desde pequeño, en mis viajes a Granada, ha sido lugar de parada obligatoria y lo he visto crecer progresivamente, en tamaño y calidad, pero sin perder ese aroma a familiaridad que siempre ha tenido. Las chuletas a la brasa, marca de la casa, los embutidos a la leña, el gazpacho andaluz, el jamón serrano, el queso, el lomo de orza, ... , nada ha cambiado, ni apenas el precio, que sorprende que en estos tiempos del euro se pueda comer tanto y tan bueno por tan poco.
Si váis a Granada, os lo recomiendo. No os arrepentiréis.